Todo el mundo sabe que la cerveza contiene alcohol, pero la cerveza sin alcohol contiene muy poco alcohol y sólo cantidades ínfimas, por lo que beber cerveza sin alcohol es más saludable porque contiene más nutrientes procedentes del lúpulo y la cebada. Cualquiera puede argumentar que esto es cierto. Es cierto, pero hay un gran inconveniente. Indirectamente, la cerveza engorda. ¿Por qué existe la barriga cervecera? ¿Lo has pensado alguna vez? ¿Una fea barriga cervecera que abulta como una pelota? Utilicemos el sentido común:

Según los informes, una pinta de 12 onzas de cerveza tiene un valor energético equivalente a la misma cantidad de una bebida carbonatada azucarada. Por tanto, no engorda significativamente, así que la cerveza no es un problema en ese sentido. Sin embargo, en comparación con la limonada, la cerveza tiene una composición completamente diferente, y es aquí donde debemos buscar «perros enterrados».

smažené lupínky

La cerveza es amarga, contiene agentes amargantes derivados del lúpulo y, a pesar del uso de malta de cebada, las bebidas amargas son una fuente considerable de lixiviación biliar. Sencillamente, después de un vaso de limonada azucarada, uno no está de humor para sorber galletas aquí y allá, comer panceta de cerdo y pan, o darse un capricho con pollo asado y albóndigas, por ejemplo. La cerveza simplemente favorece la digestión y se come más que si se hubiera tomado un refresco en lugar de cerveza.

pivní břicho

Grasa visceral

Consumir grandes cantidades de cerveza (incluso sin alcohol) durante un largo periodo de tiempo favorece la digestión y aumenta el apetito. Y si comen más de lo debido, empiezan a engordar. Las personas que comen de esta manera corren un alto riesgo de empezar a acumular grasa visceral interorgánica, además de grasa subcutánea (especialmente en los hombres). Sin embargo, esto es muy peligroso porque es metabólicamente activa y ejerce presión sobre los órganos internos, y en casos graves puede incluso dañar el hígado y causar cirrosis.

La grasa visceral abulta el abdomen. Te da un aspecto horrible, como sacado de un guiñol de paja, y encima el tejido adiposo te acarrea graves problemas de salud. ¿Es necesario? ¿De verdad?